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Balance Negativo de 4 años en la Gestión Tributaria en Jujuy

Nos proponemos realizar en este artículo un breve análisis de los resultados obtenidos en materia tributaria por el Gobierno de la Provincia de Jujuy durante los últimos cuatro años de gestión, es decir, entre los años 2016 y 2019.

Nuestra labor se basó fundamentalmente en datos públicos del sitio web de la Dirección Provincial de Rentas por lo que, en esencia, se trata de la evaluación de la gestión del fisco provincial. La responsabilidad sobre la política tributaria jujeña, huelga aclarar, no es de la administración que constituye un mero organismo de aplicación de la legislación impositiva, sino que corresponde a sus organismos formuladores y sus responsables.

Señalada esta cuestión previa que consideramos relevante, iniciamos nuestro análisis a partir de los resultados obtenidos.

LO QUE INDICAN LOS DATOS A PARTIR DE SU ANALISIS:

La variación interanual de crecimiento de la recaudación fue la siguiente:

A priori, los porcentajes de variación interanual parecieran ser significativamente positivos, pero al revisar en segunda instancia su razonabilidad, observamos que esos resultados no son buenos sino todo lo contrario:

En los años 2016, 2018 y 2019, la recaudación provincial creció menos que la inflación y ni siquiera las caídas de PBI de esos años justifican ese pésimo rendimiento. Únicamente, en el 2017, año en el que hubo crecimiento de actividad económica, se recaudó por encima de la inflación. Claro que el indicador 2017fue afectado sobremanera por los magros resultados del año anterior.

En lo que se refiere a la participación relativa de los distintos tributos y conceptos recaudados, hubo leves variaciones, tal como se observa a continuación:

Creció la importancia de Ingresos Brutos y de los Otros Recursos y No Tributarios, en detrimento del Impuesto de Sellos, denotando un menor grado de circulación económica de bienes. En el impuesto inmobiliario se mantiene igual durante el periodo de análisis la participación relativa del tributo.

Al analizar el rendimiento del principal impuesto, éste es Ingresos Brutos, al compararlo con el IVA que recauda AFIP (y cuya base imponible es, en términos generales, similar al impuesto provincial), se observa que la cuota de arrastre del principal impuesto nacional en términos de recaudación no alcanzó para traccionar recaudación en el tributo provincial:

Obviamente, por tratarse del principal tributo provincial en cuanto a peso relativo, su comportamiento fue el que marcó el camino de la recaudación total en los años 2016, 2018 y 2019.

Otro aspecto relevante para analizar es la forma de ingreso de los impuestos por parte de los contribuyentes jujeños.

Los tributos provinciales ingresan en mayor medida en forma indirecta a través de mecanismos de recaudación anticipada a partir de la actuación de los sujetos denominados agentes de recaudación. En mucho menor medida ingresa recaudación en forma directa mediante el pago de los contribuyentes de los saldos liquidados por sí mismos o por la administración tributaria.

El esquema de ingresos tributarios en el período subexamine es el siguiente:

La tendencia indica que el esquema de ingreso indirecto (vía agentes) viene creciendo y en el período 2019, el indicador podría haber sido mayor ya que en ingresos brutos y sellos la participación de esta metodología de cobranza es mayor (67% y 70% respectivamente) pero en inmobiliario es insignificante (apenas un 2%).

 

LO QUE INDICAN LOS CONTRIBUYENTES Y SUS COMPORTAMIENTOS:

En estos tiempos en que los individuos están en cierta manera acostumbrados a los avances de la tecnología, fundamentalmente en materia de tecnologías de información y comunicación, el funcionamiento de la Dirección Provincial de Rentas ha tenido luces y sombras.

Algunos proyectos tuvieron loables intenciones aunque en resultados, las experiencias terminaron siendo tortuosas para los contribuyentes.

Un ejemplo de ello ha sido la implementación durante el 2017 de un web service mediante el cual los contribuyentes pueden solicitar distintos tipos de exenciones en el impuesto inmobiliario.

El inconveniente en este caso radica en los grupos a los cuales están dirigidas las exenciones: jubilados y pensionados, discapacitados o individuos con necesidades básicas insatisfechas.

Por cuestiones etarias, de costumbre o familiaridad en la utilización de tecnología, de disponibilidad de equipos inteligentes o de acceso o conectividad a internet, lo cierto es que la medida no fue bien diseñada ni implementada e, incluso, su utilización resulta sumamente compleja.

Otro claro ejemplo es el reciente Sistema Único Tributario del cual forma parte el denominado “Monotributo Unificado” de caótica implementación administrativa y de compleja gestión, tanto para contribuyentes como para el propio fisco provincial., al tratarse de un entorno del fisco nacional al cual adhieren los fiscos provinciales con ciertas liberalidades y particularidades.

Son numerosos los inconvenientes que mes a mes se observan en este Monotributo Unificado AFIP Rentas y que van desde la falta de impacto de altas, bajas y modificaciones, el deterioro de datos, la falta de registro de pagos, las solicitudes de exclusión o compensación no resueltas, etc. Se detectan periódicamente, además, diversas inconsistencias y fallas en sistemas de presentación de declaraciones juradas, de generación de constancias diversas, de generación de planes de pago, etc.

La obsolescencia, la falta de inversión en hardware, software y capacitación de programadores son causas del deficiente servicio on line. Quienes cuentan con cierto grado de pericia en la utilización de web services y aplicaciones smart vienen notando errores en el diseño de sistemas desde hace ya varios años y critican la metodología del parche sobre el sistema en funcionamiento.

En tiempos donde se discuten en el mundo las particularidades de los organismos gubernamentales de quinta generación, la administración tributaria jujeña apenas si supera los requerimientos de una de tercera generación. Inconcebible a la luz de los avances que exhiben, por ejemplo, las empresas Fintech argentinas.

Las cuestiones informáticas señaladas terminan afectando en gran medida el padrón de contribuyentes, base de datos central y sobre la que operan también las acciones de cobranza y recupero de deuda.

El proceso de captación de datos con relevancia fiscal nunca resultó eficiente en la administración tributaria provincial y por ello se producen ineficiencias e inconsistencias administrativas internas que repercuten finalmente sobre la recaudación tributaria provincial.

Tal es así que durante el año 2019 se observaron gran cantidad de acciones de recupero de deuda, consistentes en intimaciones, multas por falta de presentación de declaraciones juradas, títulos ejecutivos, campañas de inducción, publicidad fiscal, etc., sin que haya variado sustancialmente la composición de las distintas categorías de scoring de riesgo en la matriz utilizada ad hoc.

Ello permite suponer que las matrices de intervención operan sobre bases inconsistentes y que además, las medidas implementadas son débiles en cuanto a poder fiscal y contribuyen a agravar el dispendio y la ineficiencia administrativa.

Esas matrices de intervención a las que se hace referencia no son más que cierto grado de experiencias administrativas de dudosa validez. No existen en el fisco provincial modelos de gestión inteligentes, aplicaciones de big data o de inteligencia artificial o programas de correlación de datos, de prognosis estadística, manuales de buenas prácticas, etc. Ni siquiera existe una categorización de los contribuyentes frente a sus incumplimientos y las posibilidades de revertirlos ante acciones específicas de la administración.

En el fisco provincial no se hacen planes anuales de fiscalización y si se hacen no se publican, razón por la cual mal pueden percibir riesgo aquellos contribuyentes que se encuentran en la disyuntiva de cumplir con sus impuestos o no. Los indicadores de cobertura fiscalizadora, seguramente, deben ser exiguos.

 

CONCLUSIONES:

El régimen tributario provincial se advierte altamente distorsivo y regresivo, agravado por la perversa sobreutilización de los sistemas de agentes de recaudación.

Además, el fisco provincial no goza de buenas condiciones administrativas y padece un cierto grado de obsolescencia sistémica. Tampoco existe una planificación estratégica institucional ni una inteligencia fiscal operativa o programática transversal en estructuras y procesos.

Un coctel nocivo como el descripto afecta los costos de transacción tributarios ya que incrementan innecesariamente los costos de cumplimiento del contribuyente y los costos de administración del fisco.

Los análisis de datos y de conductas de los contribuyentes indican que en Jujuy se recauda poco y mal, siendo ineficiente y poco creativa la gestión gerencial de la administración tributaria.

En la contundencia de los datos presentados y las interpretaciones realizadas se halla quizás el sustento de la decisión del gobierno provincial de depender de los recursos de jurisdicción nacional mucho más que de los de jurisdicción local.

No obstante ello, la infortunada política tributaria provincial resta seguridad jurídica, y afecta a la sustentabilidad y a la previsibilidad del régimen tributario jujeño, por lo que no contribuye a crear condiciones favorables para el desarrollo económico y social de Jujuy.

El resultado global en estos cuatro años de la gestión tributaria en Jujuy son negativos. Lo que resulta aún peor, es que no se visualizan cambios de nombres, de paradigmas, de ejes o de modelos de gestión.

Tal vez sea momento de evaluar la conveniencia de implementar una Agencia de Recaudación autárquica, profesional, altamente tecnificada, con gestión gerencial por mérito y no por militancia, con evaluación de resultados. Y el cambio de visión, debería poder replicarse también en los formuladores de la política tributaria.-

Por Diego Andrés Colazo
Contador Público Nacional
Especialista en Tributación

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