La decisión del  gobierno de Estados Unidos de Norteamérica tomada en el mes de Junio  de elevar la tasa de interés de los Bonos del Tesoro a 10 años al 2,42 %  anual, después de haber tocado un mínimo del 1,61 % en Mayo pasado, ha causado sorpresa en el mundo económico y financiero. Según algunos analistas esto podría ser indicio  de que estarían superando relativamente la crisis iniciada en el año 2007, que los llevó a auxiliar de manera extraordinaria al sistema financiero. Por su parte estiman que el conjunto de la economía Americana funcionaría sin necesitar apoyo monetario continuo a partir del segundo semestre de este año. La primera reacción de los grandes capitales financieros a escala mundial fue reorientar un flujo importante de inversiones hacia EEUU, otras opiniones se inclinan a pensar que tal hecho revertiría el destino preferente que tuvo la Inversión Financiera Directa (IFD) hacia los llamados países “emergentes”, cuestión de dudosa certeza en tanto en algunos de estos países se mantengan las condiciones de producción sobre las que basaron su crecimiento, principalmente el bajo costo laboral, que sigue siendo factor de producción determinante del nivel de la tasa de rentabilidad.

Informe de Coyuntura Junio 2013